Recogida en la guerra de Iraq 

 

-Nos han dejado solos. ¿Nadie nos va a decir nada?...

.-No estáis solos hermanos, venimos en nombre de Cristo a buscaros para entregaros en primer lugar nuestro amor, y en segundo lugar, para deciros que no temáis; que aunque hayáis dejado atrás esas guerras, es hora de un nuevo comenzar con una nueva luz a unos caminos de paz, de esperanza y de alegría.

-Es que nos han dicho que esperemos aquí y estamos todos en fila haciendo instrucción.

.-Pues es el momento de que dejéis ya atrás la instrucción porque eso es tiempo pasado que ya se fue, y es hora de que abráis vuestro pensamiento a una nueva vida más bella, más hermosa que la que hasta ahora habéis vivido, porque habéis de saber que vuestra vida material quedó ya en la tierra y es vuestra alma la que ha de continuar el camino por un nuevo sendero de luz. No tengáis temor, pues sabed que vuestros cuerpos quedaron ya en aquella guerra y nada hay que temer, ya que el alma es eterna.

- Pero ¿A qué patria hemos de ir?... Porque nos dicen que amemos a nuestra patria más que a nosotros mismos y que tenemos que hacer un juramento como lo hicimos en su día.

.-Vuestra patria es el Universo entero porque todos somos hijos de Dios. Para Dios no hay divisiones de países, ni de continentes, ni de banderas, porque todos somos sus hijos y a todos nos ama por igual. Luego es el momento de que elevéis vuestro pensamiento a esa patria celestial que es la que formamos todos en un mismo Universo, en el cual todos somos hermanos, en el cual todos formamos un mismo rebaño como hijos que somos de Dios.

-¿Sabes una cosa?...Cuando nos mandaron luchar, no sabíamos ni lo que queríamos hacer, no sabíamos ni lo que teníamos que hacer, no sabíamos a quien deberíamos matar, matábamos “al tuntún”, como se suele decir, porque muchas veces mirábamos a las gentes y decíamos…¿Qué nos ha hecho esa persona?...Pero de alguna manera se ama a la patria y por la patria se hacen muchas cosas, pero muchas veces nos ha creado esa desesperanza de preguntarnos… el ¿Por qué?...

.-Hay que dejar a un lado las patrias, cuando ellas exigen hacer un mal a los semejantes. No hay patria más hermosa que la de la fraternidad entre todos los hombres; esa es la verdadera patria en la cual todos nos debemos mirar como hermanos. Por eso os decía que dejarais atrás el pasado, en el cual las guerras estaban de por medio y buscar un bello futuro más bello y más hermoso donde sólo el amor es el que salga de vuestros corazones.

-Eso es lo que te quería decir. Yo soy uno más, como todos, pero me han nombrado portavoz para poder decir, que ahora estamos en un momento que no sentimos igual, por hacinar recuerdos de gentes que hemos podido matar. Hemos matado muchos niños, muchas mujeres, muchos ancianos. Antes nos daba igual quién pudiera caer y ahora realmente no sentimos nada, no estamos tristes, no estamos alegres; simplemente tenemos la desesperanza de pensar que hemos hecho algo mal y por otra parte, no sentimos esa culpa. No sabemos por qué nos puede pasar esto, simplemente expresar que nos han traído aquí, a no sabemos dónde, con alguna intención… ¡No pensamos igual que pensábamos antes!...

.-Por eso os han traído aquí ahora, porque ya ven que vuestros corazones han cambiado, ya ven que os habéis dado cuenta del mal que hicisteis cuando quitabais la vida de vuestros semejantes. Vuestro corazón ya se ha dado cuenta y es el momento de dar un paso más hacia adelante. En primer lugar, es pedir perdón a todos aquellos que les hicisteis mal; pedirles perdón con todo vuestro cariño, con vuestra humildad; pedirles perdón por haber hecho ese mal que fue en contra de su propia evolución, pero es ahora el momento de que con esa verdad, vosotros deis ese paso adelante y os liberéis ya de ese pasado, porque si os han traído aquí, es porque ya estáis preparados para dejar atrás el pasado y buscar un nuevo futuro en la Luz.

El amor de Cristo ha ido a buscaros, porque Cristo se apiada de todas sus ovejas y aunque nos hayamos desviado de nuestro camino, nos busca para enseñarnos un nuevo camino de paz, de amor. Ha ido a buscaros a todos vosotros porque no quería veros en la oscuridad motivados por esas guerras en las que habéis estado inmersos y es el momento en que os trae, para que emprendáis un nuevo camino liberados de todas las guerras, liberados de todo lo pasado, liberados de esas patrias que os han empujado a hacer cosas feas y es el momento de que aprendáis un nuevo camino hacia la Luz.

-Queremos liberarnos de los cascos, de las ropas y de las armas que llevamos encima.

.-Liberaos de ellas, porque como os digo, eso ya ha quedado atrás, liberaos de todo aquello que os llevaba hacia unos lodos en los que os podíais enfangar, ¡Dejadlo atrás! Quitaros esos uniformes, dejar atrás esas armas y levantar vuestros brazos al cielo, y decir: “Padre mío, aquí estoy, yo soy tu hijo, soy parte de tu amor y quiero que me ilumines, para comprender lo que verdaderamente soy y seguirte allá donde me quieras mandar”.

-Todos se están desprendiendo de sus ropas. Una montaña grande se está haciendo de los cascos, de la ropa; pero es que además, a nuestro lado tenemos gente que nos da la mano. Esperar un momento… ¡Si son los niños, las mujeres y los ancianos que hemos matado!... ¡Vienen a acompañarnos!...

¡Bendito seas!... ¿Quien es el ser que ha venido a traernos aquí?...

.-Cristo, nuestro Mesías, es el que ha venido a buscaros. Es el que os ha mostrado este camino tan bello, en el que como podéis ver… ¡No hay nada más hermoso que la hermandad entre todos los seres! Cómo aquellos a los que habéis matado, vienen a daros sus manos para llevaros con ellos hacia el Amor. Abrirles vuestros corazones y veréis qué felices seréis y cómo quedará de gozoso vuestro corazón.

-¡Bendito sea el Cristo del Amor! Ya estamos preparados para que nos llevéis a donde tengamos que ir…y gracias por todo.

.-Gracias a vosotros hermanos y caminar en el amor, que no hay nada más bello ni más hermoso que sentir el amor en el corazón.