Dando Luz a Hermanos que estaban dormidos

  

- Me falta el aire. Me falta el aire y no puedo respirar. Es como si no hubiera oxígeno. La verdad es que hay poco espacio. ¡Qué solo me puedo encontrar! Voy a ver, a ver si puedo encontrar a alguno más.

.- No estás solo hermano, que hemos venido a ayudarte; que los cielos se abren para ti, para que tengas un nuevo camino por el que puedas andar. No estás solo porque venimos en nombre de Cristo a poderte ayudar.

- Sí, pero ahora, en estos momentos, me encuentro solo.

El caso es que estoy despierto, pero veo mi cuerpo entre los restos de los escombros… Me falta el aire. Estoy como aprisionado en la oscuridad.

.- Es el momento de que te liberes hermano. Como ves, tu cuerpo ya ha quedado atrás, pero la muerte no existe porque el alma sigue viviendo, continúa en su peregrinar. Es hora de que te liberes, de que te alejes ya de ese cuerpo que terminó su misión en este mundo y te eleves al cielo, a un nuevo camino que te podrán mostrar, y verás como entonces te sentirás aliviado de esa opresión que sientes. Sólo tienes que elevar tu pensamiento y pedir ayuda a nuestro Padre Celestial.

- Voy viendo luces, luces blancas que me quieren guiar a algún sitio, pero no sé si voy a poder salir de este lugar. Creo que ha debido de pasar algo, porque está todo destruido.

Mira, hay cuerpos que se pueden levantar, pero… no, se levanta la gente pero su cuerpo puede estar tumbado. ¡Qué raro es esto! ¡Nunca me he encontrado en otra igual!

.- Como te decía antes, la muerte sólo existe para el cuerpo, pero no así para el alma. Lo que estás viendo, son los cuerpos de esos hermanos nuestros que han quedado caídos, pero sus almas, sus almas pertenecen al cielo, son energía, energía emanada de nuestro Padre Amor. Por eso las almas pueden volar y pueden dejar atrás ese pasado y empezar el nuevo camino. Por eso es el momento de que salgáis de ahí y que dejéis atrás ese pasado, ¡Que sí puedes hacerlo!, ¡No tengas ninguna duda de que puedes liberarte de la situación en la que estás!

Por eso vienen esas luces a ayudaros, para que las sigáis, que ellas os marcarán el camino hacia un nuevo rumbo hermoso y bello donde seréis felices todos sin dudar.

- Así parece ser, porque me están llevando por otros lugares, para acompañar a todas estas gentes que se están levantando y me están siguiendo, pero creo que no es sólo de un lugar.

Siento como si no estuviera en un espacio, y estuviera en todos a la vez. Se están levantando muchas personas entre escombros, entre tierras, hasta gentes que salen de los mares, andando, como si nada hubiera podido pasar.

.- Eso es porque alguna destrucción habrá pasado, ya sea por la naturaleza o alguna guerra, o alguna catástrofe; pero ahí, como te decía antes, sólo quedan los cuerpos, que las almas son libres para empezar un nuevo camino. Por eso, seguir todos, todos aquellos que se están levantando, seguir a esas luces, que os mostrarán el destino al que habréis de llegar.

- Mirar, me están enseñando como si fuera un globo terráqueo, como si fuera un mapa. Y en ese globo, que veo que la Tierra puede ser, se están levantando gentes de muchos lugares, de todos los lugares a la vez, y vienen a este corrillo donde yo me puedo encontrar, como si yo fuera el guía de todos aquellos que vienen en mi encontrar… ¡Pero es que yo no sé qué hacer!

.- No dudes que si llegan a ti, es porque te habrán nombrado como su guía para ayudarles a salir de esa situación actual. Llámales a todos, a todos aquellos que se están levantando, que están dejando atrás sus cuerpos. Llámales para que vayan contigo desde todos esos rincones que ves, y una vez ya contigo, elevar todos el pensamiento a Dios Padre, que verás como todas esas luces no son otra cosa que los Ángeles del Señor, que son las almas de luz que nos guían en nuestro camino para ayudarnos a progresar. Reúneles a todos contigo e ir en pos de esas luces que se os presentan, con vuestra mente elevada al Padre, pidiendo ayuda con todo vuestro corazón.

- Van viniendo unos seres, que veo que cara no pueden tener. Simplemente es una figura blanca con mucha luminosidad, y nos dicen que los sigamos.

Nos hablan con el pensamiento, porque la boca no abren. Les puedo oír sin escuchar. ¡Sigámosles todos, sigámosles! ¡Que ninguno se pueda quedar atrás! ¡Vamos, sigámosles a ver dónde nos pueden llevar!

.- Estar seguros que os llevarán a lugares donde seréis felices. Donde dejaréis atrás toda angustia y sólo encontraréis armonía y paz. Seguirles pues decididos todos, dando gracias al Padre por su generosidad.

- Mira, nos están llevando… es como una especie de jardín. La verdad es que no hay ni plantas ni árboles, sólo hay como una especie de césped y nos dicen que nos quedemos ahí, que nos van a limpiar, que nos van a limpiar las gargantas… ¿Por qué será?

La verdad es que a mí me falta el aire en la garganta y no puedo respirar bien. ¿Será por el polvo que he podido tragar?

Mira, mira, están viniendo seres y ahora las caras las puedo ver. La verdad es que son como nosotros. Vienen con túnicas blancas hasta los pies. Pero de tal blancura es su túnica… que luz puede irradiar. Y se ponen alrededor nuestro. Nos tocan, nos acarician, y cada vez que su mano se puede acercar a nosotros… de su mano salen chispas de luz que llegan a nuestro interior… y nos sentimos bien, nos sentimos con más fuerza que antes podíamos tener.

Nos están dando de beber algo. ¡Mira, mira!, vienen con un cántaro en las manos. Nos entregan como un vaso de cristal. Con un cazo de madera nos echan agua en ese vaso, pero esa agua… ¡No es agua!... ¡Es energía!, y nos dicen que la tenemos que beber, que eso nos va a depurar para limpiarnos de cualquier suciedad, para seguir el camino donde nos han de llevar.

.- Os están preparando para elevaros a un plano superior. Por eso os están limpiando y dándoos a beber esas energías que limpien vuestra alma, vuestro cuerpo espiritual. Haced aquello que os indiquen y preparaos a dar ese vuelo hacia un nuevo lugar donde encontraréis un plano mucho más hermoso del que podáis soñar.

- Así sea, y gracias a todos los que nos habéis podido ayudar, que nos dicen que sin vosotros, no podríamos haber llegado hasta aquí. ¡Gracias, gracias por habernos podido el acompañar!

.- Gracias al Padre y a nuestro Mesías y Salvador, y quede nuestro amor con vosotros acompañándoos en vuestro caminar.