En un lugar lejos de aquí, nació un cangurito que tenía una cualidad muy curiosa, y es que saltaba hacia atrás, al revés de todos los demás miembros de su especie.
Esto hizo que se sintiera muy retraído por las burlas de sus compañeros, vecinos y familiares.
El pobre cangurito que era muy sensible, sufría enormemente y cada noche se ponía a llorar desconsolado en un rincón.
El señor Búho, sabio y comprensivo, se le acercó y le dijo:
- De nada te va a servir llorar tanto. Si te esfuerzas y practicas un poco, serás capaz de saltar hacia adelante como los demás canguros. Todo es cuestión de perseverancia.
Cangurito comprendió que el señor Búho tenía razón. Ese mismo día se dispuso a practicar en un rincón y fue progresando con rapidez.
Un buen día, en medio del asombro de todos, Cangurito dio una auténtica
exhibición de saltar hacia adelante. Satisfecho y orgulloso, Cangurito empezó a considerarse uno entre tantos, aunque en realidad, era superior a los demás, pues decidme amigos: ¿Qué otro
canguro es capaz de saltar hacia atrás como él?