Los Detectives Ton y Misifú


Ton y Misifú trabajaban como detectives en un mismo pueblo, pero eran tan diferentes en su manera de hacer las cosas…

Mientras el gato Misifú atrapaba a los ladrones con actos violentos y les metía en la cárcel a mamporro limpio y sin dejarles hablar, el perro Ton detenía a los cacos con toda finura, y sin prisas, les preguntaba amablemente por qué robaban.

Éstos, casi siempre lo hacían porque no tenían trabajo o porque su familia se moría de hambre.

Entonces Ton, muy comprensivo, les ayudaba con la condición de que no volvieran a caer en el mismo delito. En consecuencia: que la cárcel de Misifú estaba llena siempre de ladrones. A menudo eran los mismos que volvían a robar y vueltos a apresar por el violento gato. En cambio, la cárcel de Ton estaba casi totalmente vacía y era raro el caco apresado que volvía a robar.

¿Veis amigos, como la violencia y la terquedad no tienen ningún valor?

Las cosas siempre ocurren por alguna causa y si no curamos la causa… de nada sirve castigar los síntomas de la enfermedad.