Gloria a Dios en las alturas,
    y paz a los hombres de buena voluntad.
    Gloria a Dios con toda donosura.
    Gloria a Dios en su bondad.
    
    Armonía maravillosa y bella
    la que desprende la luz del Padre Celestial,
    mostrándose por entero
    a los hijos de su amar.
    
    Seguid la luz, seguid la armonía
    que presentándoseos está
    para que alcancéis la melodía
    que es para vuestra emancipación vital.
    
    ¡Gloria a dios en las alturas!,
    cantan los cielos y la tierra en su anunciar,
    porque llega una nueva Era
    a encontrar la vida, la armonía,
    con toda maravillosidad.
    
    Luceros de los cielos
    que en la tierra están
    mostrando con su ejemplo
    el camino de la Verdad.
    
    Luceros que fueron enviados
    a este mundo terrenal,
    a preparar el camino amado
    para esa nueva herencia
    para la humanidad.
    
    ¡Surcad los cielos Luceros eternos!,
    y traed al mundo vuestra bondad,
    y la maravillosidad de una verdad Eterna
    que ha de por fin en los corazones palpitar.
    
    Es la hora de sacar a la luz
    todo aquello que oculto pudo estar.
    Es la hora de mostrar
    la maravilla de esa energía vital.