Luz y alegría sea en los corazones,
luz y alegría en vuestra faz
porque se acerca un nuevo día
donde ya no habrá más oscuridad.
Donde los corazones serán sonrientes,
¡Plenos de felicidad!
porque dejaron atrás ese pasado maledicente
para sentir una nueva armonía,
cómo corre en su interioridad.
Y sólo se verán sonrisas
en los rostros de los demás
porque todos estarán felices y contentos
de haber dejado por fin atrás esos eventos
que tanto les hacían padecer y sufrir por demás.
Sólo es necesario abrir la mente
hacia ese nuevo mundo que se puede presentar.
Abrir la mente para dejar atrás
todos esos cerrojos que os quieren tener aprisionados
y no dejar que vuestro corazón vuele en libertad.
Dejar atrás los egoísmos, las ambiciones,
los miedos y tantas otras cosas más,
que nos hacen… no ser nosotros mismos,
sino ser sólo una sombra
de nuestra verdadera realidad.
¡Abramos nuestros corazones a nuestros semejantes!
¡abramos nuestros corazones a nuestro propio Ser!
¡y descubramos que somos parte integrante
de un Universo hermoso y bello que canta a todo ser!
Para decirle que somos parte de Él mismo,
¡Que todo en nosotros está, y a la vez…
nosotros estamos integrados en el Todo
como parte de esa Energía Vital!
Dejemos volar nuestra mente
hacia esa maravilla de ese Universo genial
que nos canta alabanzas al Padre
y nos habla por completo de felicidad.
¡Rompamos pues las barreras que nos aprisionan!
¡que no nos dejan expansionar!
Y mostrémonos como realmente somos:
¡Almas rientes, que sólo gozan en el amar!
¡Que no tienen maledicencia,
que no tienen doblez
porque en su Ser solamente hay nobleza,
inocencia y amor por doquier!
Demostremos pues lo que somos
a todos cuantos nos puedan rodear,
porque con el ejemplo que demos cada uno
construiremos una nueva humanidad.
Dejad que surja esa Paloma Blanca
que dentro de de cada uno de vosotros está.
Dejadla que vuele y abra sus alas
para verter luz y amor por demás.
Seamos todos palomas blancas
que aletean de alegría en su volar
trayendo la “buena nueva” al mundo
de que es la hora de construir
una nueva humanidad.
Donde no haya límites ni fronteras
al corazón humano, sino que
¡Se expanda por completo a los demás
y a todo eso que le rodea,
que es un don hermoso y bello
que Dios Padre nos dio a todos para poderlo disfrutar!
¡Adelante pues humanidad del planeta Tierra!
¡Aprende a vivir por fin en esta humanidad!
¡Aprende a descubrirte a ti mismo
para a su vez entregarte a los demás!
Así todo será hermoso y bello
y no habrá doblez jamás, sino solamente
un horizonte esplendente y hermoso
donde el Arco Iris salga luminoso
mostrando la belleza ideal.
Esa que va en los corazones de cada uno
y que se une, con esa otra más grande y genial,
que es la Luz del Universo entero
que lleva a un bello rumbo hacia el cual,
todos los planetas se han de aunar.
Adelante pues en el Amor y en la Verdad,
porque la Verdad, nos hará libres
de todas aquellas ataduras
que nos han mantenido tantos tiempos
en la oscuridad.
Cristo nos abrió la puerta
para que viéramos la luz en medio de la oscuridad,
y nos mostró el camino recto, directo,
que nos llevará hasta nuestra felicidad.
Sigamos ese camino que no es otro que el del Amor.
Entreguemos nuestro amor a raudales,
que Dios Padre nos lo duplicará por cientos de veces
tal como nosotros lo podemos dar.
El Amor sea para todos.
¡Quede con todos esta llamada vital!,
pues a la vida verdadera llamamos
para que ninguno se quede cerrado
en este mundo material.
Que vuestras almas vuelen por entero
¡Gozando de la Universalidad!
y viviendo en un mundo nuevo
en el cual somos partícipes
¡Desde este mismo momento ya!