Dejad que Vuestra Alma Brille



Armonías del Infinito

que bajan a este mundo terrenal

para decir, no a gritos,

la grandeza de la Verdad…


Pero sí entregarla con firmeza

a este mundo terrenal,

y decirles que es hora de que la grandeza

llegue por fin a este mundo que el Padre pudo crear.


Melodías del infinito

que bajan a poderse posar

en las orillas de este río

que trae agua bella, cristalina en su caudal.


Es agua hermosa, generosa

porque se vierte sin cesar

para traer nueva vida a los corazones

y ninguno parado pueda quedar.


¡Luego abrid vuestros corazones

hermanos de la Tierra!

¡Abrid vuestras mentes a ese cielo espiritual

que se vuelca sobre todos vosotros

para ayudaros a progresar!


¡Son cientos de almas, miles

que desde los cielos se os pueden acercar

para ayudaros a dar ese paso hacia delante

para el progreso de la humanidad!


¡Veníos almas divinas!,

¡Veníos a esa conjunción llevar

en la que la armonía reine en el mundo

y deje lo demás atrás!


¡El mundo está caído!,

¡De rodillas se puede encontrar!,

porque sus melodías fueron marchitas,

que sólo llevaban hacia el triunfar del materialismo,

hacia el triunfar de la oscuridad.


Y ya es hora de mirar a otro camino

ese bello, hermoso y esplendente

que se os ofrece con toda generosidad.

¡Cristo nos lo enseñó hace muchos tiempos!,


¡Nos lo mostró con su propia ejemplaridad!,

diciéndonos que todo era bello,

que sólo teníamos que sumergirnos en ello

y de ello disfrutar.


¡Que nos miráramos a los ojos como hermanos!,

¡Que del corazón extrajéramos nuestro bello amar!,

porque así seríamos felices

nosotros y nuestros hermanos

porque todos somos hijos del Padre Celestial.


¿Por qué seguir aferrándonos a nuestros egoísmos?

¿Por qué seguir aferrándonos

a esta triste materialidad

que os domina en todos los sentidos

y os hace prisioneros de vuestro propio andar?


¡Abrid vuestra mente a los cielos,

entregaos a ella en genialidad,

porque genialidad es la que lleváis

dentro de vosotros mismos,

no lo olvidéis nunca hermanos míos jamás!


Genialidad que parte de vuestra propia alma,

alma que por entero es inmortal,

alma que es Esencia de Dios mismo,

que de Él nació y a Él ha de regresar.


Luego ¿Por qué aferraros

a las pequeñeces del mundo?

¿Por qué aferraros

a lo que sólo os trae tristeza y precariedad?

¡Dejad que vuestra alma brille por completo

porque eso es lo que sois cada uno de vosotros:

príncipes herederos de un Reino Inmortal!


¡Luego abrid vuestro corazón

y vuestra mente hermanos míos

a esa bella genialidad

que es unirnos todos en un solo camino

donde cambiemos este mundo material!


¡El mundo está abierto para nosotros!,

¡Para transformarlo con nuestra voluntad!,

y creemos un nuevo mundo bello y hermoso

donde dejemos a un lado

la tristeza y la precariedad.


¡Veníos a ese concierto divino

que desde los cielos entregándoseos está

en el que miríadas, millones de almas

ángeles de los cielos, se ciernen a este mundo

para sus energías entregar!...


…y volcar la luz divina

para que os enseñe un nuevo mirar

donde todo es luz divina

penetrando en cada átomo de este mundo material.


¡Apreciadlo en vosotros mismos!

¡apreciadlo en los demás!

¡apreciadlo en la bella Madre Naturaleza

que nos envuelve y nos entrega su sustento

en este nuestro caminar!


¡Adelante pues hermanos queridos,

hijos del Padre Celestial,

que es hora de dar este mundo

una transformación bendita

donde reine el Amor, la Armonía y la Paz!