Los conceptos son todo un mundo, a partir del cual, los seres humanos encauzáis vuestras vidas. Os sirven de punto de referencia y os permiten discernir y actuar con unos ideales que traéis almacenados en vuestra energética espiritual. Estos ideales no son hechos aislados de una sola encarnación, sino que son un cúmulo de pautas que, en cada encarnación, vais desarrollando y puliendo cada vez más. Por eso, los ideales que manejáis en esta encarnación presente están muy definidos en algunos de vosotros, y en otras personas están ampliándose para crear una estructura de acción, pensamiento y sentimiento específico.
Los conceptos, tal y como los utilizáis, producen una serie de reacciones energéticas que movilizan todo vuestro ser hacia una búsqueda en todas la áreas de vuestra vida. Estos conceptos suelen ser susceptibles de modificación y, por eso, suelen variar con el transcurso del tiempo a medida que vais integrando más y más valores respecto a lo que pensáis.
Para daos una idea un poco más gráfica, los conceptos son como la configuración de los programas que podáis tener en vuestro ordenador. Cada programa tiene una configuración específica y si se altera no va a funcionar correctamente o, en el peor de los casos, puede crear conflictos en otros programas. Por eso, los conceptos son tan importantes, de ellos depende el que desarrolléis unos ideales armónicos en estos momentos de salto evolutivo planetario.
Los conceptos y los preconceptos son dos divisiones aparentemente iguales pero distintas. Dependiendo del lugar, generarán unos efectos específicos. Los preconceptos son esos moldes de pensamientos que os impelen a acotar vuestra visión de la realidad y, por ende, tienden a afectarla siempre que vosotros no seáis lo suficientemente flexibles para saber hasta qué límites podéis llegar y qué es con lo que os vais a encontrar. Los conceptos os sirven para sondear y explorar vuestra realidad en la que os halláis inmersos.
El Universo es una diversa gama de existencias vibrando en una resonancia armónica unificada, como todo el conjunto anatómico. Cuando se producen discordancias es una consecuencia de que no estamos vibrando en la tesitura correcta. Pero ahora, el telón se está levantando paulatinamente para que veáis que existen otras formas de concebir el fenómeno existencial mucho más edificantes. Éste no es el mensaje que estamos intentando transmitiros sino que es importante que adoptéis una postura más lúdica ante la vida. Vuestros orígenes son divinos, pertenecéis a los planos edénicos de la perfección eterna del ser que se encuentra experimentándose a sí mismo para poder vibrar con mayor plenitud, fuerza y luz espiritual.
Como os daréis cuenta, todo es una cuestión de cómo abordar las cosas. Las circunstancias son como los escenarios de los teatros que constantemente se están modificando para provocar la atmósfera adecuada y transmitir el mensaje a la audiencia. Esto mismo es lo que está sucediendo en el escenario planetario, donde la escena que se está desarrollando en la obra está mediatizada por un entorno que apesta, y la violencia y la destrucción son el único decorado.
Con esto os recordamos que vosotros representáis diversos papeles. Sois directores, guionistas, actores y espectadores de toda la gran representación planetaria. Aunque ahora os encontréis en esta fase de dramatismo, ya que así lo habéis elegido, no tenéis que lamentaros porque con ello estáis aprendiendo algo muy importante: No es lo mismo desarrollarse y vivir en un marco de belleza, armonía y equilibrio, que desarrollarse en un vertedero de basuras. Lógicamente, es mucho más deseable elegir espacios vitales donde os sintáis alegres, revitalizados y vibrando al unísono para comprender y respetar que todo forma parte del Todo, y que está totalmente interrelacionado e interpretado.