Terremoto en Vietnam 

 

Gracias, gracias a todos los que estáis aquí. Hoy será un día muy especial. Estáis conmigo para hacer una labor muy importante. Estar atentos todos. Cualquier pensamiento es una intuición, cualquier intuición es un pensamiento y cualquier pensamiento es un mandato mío…

Primeramente vamos a unir todas las manos. Abarquemos esa zona. Cojamos toda esa zona y un poco más, porque todavía los movimientos no paran y posiblemente haya más. (En ese momento debía de haber movimientos sísmicos).

Paremos. Aquí vienen muchos hermanos vuestros que vienen a os acompañar. Aunque ha sido una desgracia muy grande…es por necesidad.

Sentir la energía que irradiamos todos en profundidad, para llenar de energía y de luz esa zona, para a poder conseguir, que las almas de todas esas personas se unifiquen.

Llegar todos con el pensamiento a cualquier zona de este entorno, a ver qué podemos hacer. No importa que no los veáis pues otros han de llegar.

Ya van llegando. Os dejo en buena compañía. Otra labor he de hacer. Mi amor para todos.


*******

- ¿Quiénes sois?... ¿En dónde estamos?...

.- Somos hermanos vuestros que hemos venido a ayudaros en estos momentos de dificultad. Hemos venido a llevaros a todos, para que vengáis a la luz y dejéis atrás esos momentos críticos en los que un poco ofuscados os podéis encontrar.

- ¿Pero qué es lo que ha pasado?...esto parece un campo de esos que hay en esos países árabes de campaña…pero nosotros no nos hemos ido de nuestro país.

.- Lo que ha ocurrido, es que habéis tenido una catástrofe, en que las aguas han podido a la tierra asolar, y han sido muchos los caídos, muchos los que han dejado su cuerpo sin vida, pero no así su alma que es eterna, que no perece jamás. Por eso venimos a buscaros, para que comprendáis que la vida en la tierra pudisteis dejar, pero no así la vida del alma, que es…bella, ideal…¡Veníos pues todos!, ¡veníos a esta luz que se os muestra para que todos acudáis y ninguno parado pueda quedar!.

- Pero tendremos que buscar primero la familia…

.- Llámales con tu pensamiento, llama a todos aquellos que te puedan rodear que verás como pronto se encuentran a tu lado, dispuestos a seguir a esa luz que te podemos mostrar.

- ¿No puedo ir a por ellos?... ¿no puedo ir al campo?...mi familia está en el campo, son labradores.

.- Búscales, si así es tu deseo. Búscales y llámales con tu pensamiento y así verás como pronto están a tu lado para acompañarte en tu caminar.

- Somos muchos, esto es muy difícil y no veo a nadie de mi familia, pero sí veo a conocidos. Todos los de mi trabajo…están aquí. ¿Acaso hemos hecho algo?... ¿ha ocurrido alguna explosión?... ¿qué ha pasado?....

.- Algo ha ocurrido, hermanos, que como te decía, la vida de la tierra habéis podido dejar, y es por eso que os encontráis todos un poco enturbiados, sin saber muy bien qué ha podido pasar. Es el estado normal en que se encuentra el espíritu cuando deja la vida material, por eso es el momento de que vengáis todos a esa luz nueva que se acerca para poderos guiar.

- Hay unos que están calados, pero hay otros que están en disturbio. ¿Qué les pasa a esas personas?... ¿por qué están enojados?... ¡Se pelean!… se pelean ¿porqué? ¡Si aquí no hay nada para pelearse!…estamos todos recogidos, en un campo, y este campo se va haciendo cada vez mas grande. ¿Será un campo de refugiados?... ¡Pero si mi país no estaba tan mal de política, para tenernos que echar!...

.- ¿En qué país estabas hermano?

- Estaba en la selva, en la zona de Vietnam.

.- Pues no temas hermano, que no importa el lugar donde estabas, que lo que importa es el lugar en donde habéis de ir en adelante. Mirar hermanos que van a venir los ángeles del cielo a buscaros, a buscar a vuestros espíritus que ya dejaron la materialidad. Por eso llama a todos aquellos que están a tu lado, a todos aquellos que ves que están enturbiados, ofuscados, y dales este mensaje de buena nueva: que la luz de Dios ha venido a buscaros para llevaros a un mundo mejor.

- Oye amigo…estoy oyendo, que si yo puedo ser el cabecilla, para recoger a otros hermanos que vienen de otro lugar… ¡Japón!... y unos hablan de unas islas…pero están aturdidos, no saben ni qué islas son. Pero todos vienen a mí. ¿Que tengo yo, que todos vienen a mí?...y es que yo siempre he sido un cabecilla, ¡claro….de mi empresa!... hasta que me trasladaron a Vietnam…

.- Eso es porque tu corazón también es grande. Igual que has sido un cabecilla… ¡También debes de serlo ahora…para ayudar a todos aquellos que a tu lado están! han sido muchos los caídos y de muchas partes de esa costa de Asia, porque ha sido un maremoto grande que ha arrasado con muchas tierras. ¡Llamémosles a todos!.... ¡que vayan contigo!...no temáis, ni tengáis intranquilidad, que el amor de Cristo, es el que os guía para un nuevo comenzar.

- Cuantas veces nos han dicho que esto podría el pasar, pero nunca pensábamos que iba a llegar el día. Así será. ¿Será por mi intelectualidad, que yo pueda asumir este cargo?... ¡umm…así lo haré!…

¡Hermanos… todos…venid…os voy a hablar!...Me han dicho unos amigos que podremos ir a un buen lugar donde estaremos más seguros. ¿Qué os parece?... ¡Bien...bien!…veo que bien, me agrada…me agrada, me agrada, no ha hecho mucha falta el trabajar…

.- Mirar hermanos, van a venir unas barcas, unas barcas grandísimas en las que todos podréis subir a ellas, para emprender un camino hacia ese cielo hermoso y bello donde el Padre a todos os acoge con su inmenso y grande amor.

- Esperad… ¡puede que sea verdad!... ¡mirad amigos!, aquello parece una balsa, una balsa de luz, pero es grande, ¿A ver si va a ser el arca de Noé?...

.- Son las barcas del cielo que vienen a buscaros, para llevaros a ese mundo espiritual, donde ya no existe el dolor, ni la angustia, ¡Todo es felicidad y paz!, porque lo que reina en él…es el Amor de Dios.

- Pero son barcas de luz… ¿Cómo podremos montar en esa luz?... ¡Pero espera…espera…espera ¡hay gente que ya se está montando ahí!...allí también hay unos señores también de luz, y les están haciendo pasar por una pasarela…y les suben a la balsa… ¡Que balsa más rara, nunca la había visto!…bueno, pues como me habéis pedido, haré mi trabajo, llevaré a estos, mis amigos, a las barcas.

Espera, a ver si me acompañan… ¡Qué rapidez!... ¡tres barcas llenas de gente!...gracias hermanos…gracias por vuestra compañía… gracias por vuestra ayuda. Nos han dicho que no nos preocupemos, que nos llevarán a un sitio de calma y tranquilidad.

Gracias hermanos…muchas gracias.

.- Gracias a ti, por haber hecho de intermediario, para ayudar a todos esos hermanos que han ido contigo. Quede contigo todo nuestro amor.