Venid a Mí, os espero


Son muchos los tiempos que os llevo de mi mano, cobijados en mi Amor. Ahora os llamo de nuevo, en la alborada de una Era de Amor, Luz, Paz para todos los seres.


Los mal llamados “sueños” de un mundo de Fraternidad y Amor, se han hecho realidad en vuestros corazones y es por ello que llegó el momento de mostrarme de nuevo ante vosotros para unirnos en un abrazo eterno, siendo Luz del infinito y gozando de la dicha de sabernos hijos muy amados de Dios.


Recordad lo que en el silencio, El Padre canta en el interior de vuestra alma…


“Ven a Mí, hijo de mi Amor. Yo te espero.

Para Mí nunca es tarde porque nunca anochece en mi Día Infinito”