Corrimiento de tierra 

 

- Intranquilidades , intranquilidades urgentes.

.- ¿Qué ocurre?

- Una nueva tragedia.

.-¿Qué ha pasado?

- Lo que nos temíamos hace mucho tiempo. ¡Se ha derrumbado todo!. 

.-¿Pero qué dices?...

-Sí, se ha derrumbado todo y nos ha cubierto. Todas las casas de la ladera se han venido abajo...las ha sepultado.

.- ¿Y había personas dentro?

- ¡Pues claro!...estábamos durmiendo.

.-¿Y cómo es que tú lo pudiste contar?. Seguramente habréis muerto muchos ¿no?.

- Pero me han dicho que te lo viniera a decir con urgencia, que tú sabrías qué hacer.

.- Pues tienes razón, hermano. Siempre que ocurre algo así o similar, os ruego a todos los que habéis muerto que penséis en Dios y le pidáis ayuda para que os despierte, pero tú ya estás despierto, y eres tú el que va a llamar a todos aquéllos que han dejado su materia bajo los escombros. Llámales, y diles que no se asusten, que aunque hayan muerto sus materias, no han muerto sus almas. Que despierten sus almas y salgan de esos terrenos en los que han quedado sepultados, que sus almas son eternas. ¿Me vas a ayudar a llamarles?.

- ¿Es que yo también he muerto?

.- Sí hermano, pero tu ángel guía te ha despertado para que ayudes a todos los demás. Como ves, no se muere. Has tenido la suerte de que te han despertado, y entre tú y yo, vamos a despertar a todos los demás. ¿Estás conforme? ¡Ayúdame hermano a llamarles!. Repite conmigo:

"¡Hermanos, hermanos, despertad!. Ha habido un derrumbe mientras dormíamos, y en nombre de Dios Todopoderoso venimos a llamaros para que todas vuestras almas salgan victoriosas de entre las ruinas. Han muerto vuestras materias, pero no vuestras almas que son eternas.

Nuestro Señor Jesucristo enviará unas barcas espirituales para que todos aquellos que hayáis perdido la vida seáis llevados a donde podáis coger nuevas energías, ya que el alma, como os decimos, es eterna.

¡Salid todos y no os importe dejar ahí vuestras materias!. Ellas ya han muerto y no se podrán levantar más. Nuestro Señor Jesucristo es el Pastor de todas nuestras almas y Él se ocupará de que todos seáis atendidos. Da igual que seáis niños o grandes, ¡todos seréis atendidos por su inmenso amor!".

Hermano, tú que me estás ayudando, ¿ves si se levantan?. Te ruego que me informes por si hay que seguir llamándoles. Tú lo puedes ver, ¿qué me dices? ¿estás asustado?.

.- Es que ha sido tan tremendo...que no salgo de mi asombro.

- Sí hermano, lo comprendo, pero ¿ves que vengan a la llamada?.

.- Sí, sí. Si salir, sí salen, pero vienen como sonámbulos. Todavía no saben qué es lo que ha pasado.

- Pues explícaselo tú, que a ti te conocen, y diles que Jesucristo os va a ayudar a todos. Que no pierdan la confianza porque el amor todo lo puede y Cristo es el Amor. Y cuando lleguen las barcas, hermano, no dejéis de subir a ellas, porque será el Amor el que las conduzca a vuestro nuevo destino. Doy gracias por adelantado a Pedro, Juan y Andrés y también, al hermano que ha despertado a mi ayudante.